El término hipoalergénico, además de ser una palabra realmente larga, hace referencia a un producto que tiene menos posibilidad de producir alergias.
Por ejemplo, en la cosmética y los productos para limpiar la ropa, los activos y componentes pueden producirnos alergias en cualquier momento de nuestra vida, porque se presentan sin avisar. Incluso podemos experimentar reacción a un producto que llevamos años usando con total normalidad. Cremas, detergentes, jabones en pastilla… No olvides revisar siempre los ingredientes de cualquier producto que vaya a estar en contacto con tu piel, para que los ingredientes sean lo más naturales posible.
Por eso, es aconsejable utilizar productos con esta característica, para que las posibilidades de que algo le siente mal a nuestro cuerpo sean las menos posibles.
Para que un producto sea hipoalergénico, se eliminan de su composición todos los elementos que, por estadística, eran sustancias con mayor potencial para producir alergias. De este modo, se utilizan solamente componentes que no suelen causar reacciones y que, además superan unas pruebas de testado muy estrictas. Elaborado con productos naturales como sebo, agua, sal y sosa el jabón Lagarto es una apuesta segura para aquellas personas con pieles sensibles y deja un resultado de limpieza excepcional. Cualquier supermercado de barrio suele tener pastillas de jabón o bols
3 síntomas de alergia en la piel
Es importante conocer las señales que nos da nuestro cuerpo para advertirnos de que algo le va mal a nuestra piel. Una de ellas son los ojos llorosos e inflamados, síntoma común en reacciones a maquillaje para esta zona. También la inflamación y enrojecimiento de la piel, relacionado normalmente con las fragancias y los conservantes. Los brotes de acné o eccemas también son frecuentes que aparezcan cuando algún componente del producto no lo recibimos bien.
Para evitar esto, estas son las tres medidas que más te ayudarán.