En el vasto mundo de los productos de limpieza, uno que a menudo pasa desapercibido es el amoniaco. Sin embargo, este potente limpiador puede ser tu aliado secreto para mantener tu hogar impecable.
Una de las características más destacadas del amoniaco es su versatilidad.
Tiene propiedades desengrasantes y quitamanchas.
Ventila bien el área: el amoniaco es un producto químico potente, por lo que es importante trabajar en un área bien ventilada.
Prueba en una pequeña área: esto es aplicable a la mayoría de los productos de limpieza.
Antes de aplicar el producto en una superficie grande o delicada, realiza una prueba en una pequeña área poco visible para asegurarte de que no cause daños, no todas las superficies y tejidos responden igual.
Mezcla adecuadamente: sigue las instrucciones de dilución recomendadas para evitar dañar las superficies o tejidos que estás limpiando ¡¡Hay que leer siempre las etiquetas, en todo!!
No lo mezcles con lejía: el amoniaco y la lejía son productos químicos fuertes que pueden generar gases tóxicos peligrosos cuando se mezclan, así que evita combinarlos y ten muy en cuenta qué productos no debes mezclar nunca.
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