Operación cambio de armario

El cambio de tiempo y la llegada del otoño traen consigo también una tediosa tarea que todo el mundo retrasa lo máximo posible: el cambio de armario. Cambiar los tops y los shorts por los pantalones largos y las sudaderas es una tarea necesaria pero tremendamente aburrida que te hace al mismo tiempo descubrir ropa que ni siquiera sabías que tenías y preguntarte todo el tiempo porqué sigues comprando ropa con toda la que tienes ahí almacenada.

Lo que debemos hacer para ponernos manos a la obra es tomárnoslo con calma, lo primero es sacar toda la ropa de verano de los armarios y limpiarlos. Dobla la ropa y métela en cajas o bolsas para que la próxima vez esté ya todo organizado. Es mejor que laves la ropa antes de guardarla porque sino es posible que aparezcan polillas y cuando vuelvas a sacar la ropa de las cajas esté llena de agujeros.

Después, coloca sobre la cama la ropa de invierno o entretiempo que tengas y trata de dividirla en varios montones: lo que te gusta, lo que te pones a veces y lo que no te pones. Sé sincero contigo mismo respecto a la ropa que no te pones y decídete finalmente a donarla o regalarla.

Una vez separado todo en montones colócala en el armario según tipo de ropa o bien por colores. Los cajones pequeños pueden ser útiles para guardar calcetines, camisetas…cosas más pequeñas. 

Y por último intenta colocar la ropa de la misma manera después de utilizarla porque será más sencillo que encuentres lo que buscas a la primera.