El café recién hecho por la mañana y su intenso olor es habitual en las cocinas de muchos hogares, así como la compra de los filtros de café. Curiosamente, los filtros de café pueden utilizarse para muchísimas más cosas de las que pensamos:
- Guardar sartenes: en ocasiones cuando vamos a utilizar una sartén y la sacamos del armario nos damos cuenta de que está húmeda. Para evitarlo, extendemos un filtro de café en su interior y la guardamos así, el filtro absorberá la humedad que tenga.
- Macetas: muchas veces cuando regamos las plantas nos encontramos con que al terminar aparecen restos de tierra bajo la base de la maceta, algo que se debe a su drenaje. Para evitarlo colocamos un filtro de café dentro de la maceta, luego la tierra y después la planta. El filtro impedirá que la tierra se siga saliendo al regar la planta.
- Limpiar zapatos: utiliza un filtro de café seco para frotar tus zapatos marrones, quedarán relucientes.
- Absorbe líquidos: los accidentes ocurren y muchas veces se derrama líquido en la cocina. En caso de que no tengas en ese momento una servilleta de papel o papel de cocina, utiliza un filtro de café para absorberlo.
- Guardar objetos pequeños: siempre que vayas a limpiar algún recipiente que contenga objetos pequeños como joyas, tuercas o tornillos, guárdalas dentro de una bolsa de filtro de café para no perderlas.
- Eliminar el mal olor de la nevera: para que el interior de tu frigorífico huela bien, introduce dentro de un filtro de café dos cucharadas de bicarbonato de sodio, cierra el filtro con un hilo formando una bolsita y déjala dentro de la nevera para que absorba los olores.
- Limpiar cristales: los filtros de café limpian el vidrio incluso mejor que el papel de periódico. Para limpiar las ventanas de casa, aplica el producto que utilices sobre un filtro de café, quedará muy limpio y sin pelusas.