La grasa es una de las manchas más difíciles de quitar y si además se acumula en el techo de la cocina, una de las habitaciones que más se ensucian, es todavía más complicado.
Ante esta situación una buena idea es mezclar agua caliente y vinagre a partes iguales y verter la mezcla en un spray. Aplica el spray sobre las manchas del techo, deja que actúe durante unos minutos, frota suavemente la superficie con un paño húmedo y después con uno seco.
Otro truco que funciona es poner a hervir cuatro limones en un cazo, el vapor actuará como desengrasante. Lo más recomendable en este caso es limpiar el techo por zonas para evitar que limpiar todo el suelo de la cocina.