Los peluches son los mejores amigos de nuestros hijos durante su niñez, los llevan consigo a todas partes e incluso duermen con ellos, pero también recogen mucho polvo y suciedad fácilmente por lo que es importante limpiarlos con regularidad.
Si el peluche cabe en la lavadora lo mejor es meterlo dentro de una funda de almohada, asegurándose de que esté cerrada o bien atada. La cantidad de detergente depende del número de peluches pero normalmente se utiliza un tapón. Lava también los animales de colores claros y oscuros por separado para evitar que destiñan. Se tarda más o menos tres días en secar un peluche por dentro y por fuera y lo mejor para secarlos es colocarlos delante de un deshumidificador. En caso de que el peluche no se pueda lavar quítale el polvo con un cepillo de una aspiradora y después un paño húmedo limpio.
Los peluches grandes que no caben en la lavadora se pueden limpiar con bicarbonato de sodio aplicándolo con una toalla áspera. Deja que el producto actúe durante media ahora y después frota el peluche enérgicamente hasta que quede limpio.
¿Conocéis algún otro truco para dejar los peluches como nuevos?