Cómo limpiar libros

Los libros, especialmente sin son medianamente antiguos, pueden llegar a almacenar una gran cantidad de polvo entre sus páginas, así como en su superficie. Por este motivo, lo mejor es limpiarlos periódicamente ya que de este modo garantizaremos su conservación. Igualmente, conviene hacer una limpieza en el momento en el que decidimos adquirirlo.

Lo primero que debemos hacer es limpiar el libro con un paño de cocina seco o una camiseta porque este tipo de telas ayudan a eliminar las pelusas. Posteriormente utiliza un cepillo para limpiar el lomo, los bordes y los estampados de la portada. Frota con una goma de borrar las manchas, marcas de lápices o pinturas y elimina las virutas de la goma de borrar del libro con un pequeño cepillo de dientes suave.

Finalmente, si las tapas están forradas de piel aplicaremos un poco de crema hidratante sobre un paño seco y frotaremos suavemente.

 

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