Una caída durante un partido de fútbol, sus primeros pasos…los niños suelen tener pequeños accidentes con los que su ropa termina manchada con un poco de sangre que no siempre sabemos cómo eliminar.
Sin duda las manchas de sangre pertenecen a la categoría de manchas difíciles, puesto que además de ser muy escandalosas cuesta muchísimo acabar con ellas. Lo mejor es tratar de quitar la mancha antes de que se seque porque será un poco más fácil. La sangre se disuelve en agua fría, si nos equivocamos e intentamos quitarla con agua caliente lo que conseguiremos es que se fije más a la prenda.
En cuanto podamos lo que haremos entonces es enjuagar la prenda en agua fría con un poco de jabón Lagarto para ablandar la mancha. Si después de frotar la mancha con agua fría aún queda sangre pon una cucharada de detergente líquido Lagarto Ropa de Color directamente sobre la mancha y déjalo actuar quince minutos, pasado este tiempo frota de nuevo y enjuaga la prenda. Después lava la prenda en la lavadora, este último lavado debería eliminar la mancha por completo. Para asegurarte añade un poco de Quitamanchas Lagarto Ropa de Color .
Si aún así la mancha persiste prueba a tratarla con Amoníaco Lagarto Perfumado pero solo si la prenda no es de lana o seda porque se estropearía. Diluye una cucharada de amoníaco en un vaso de agua, aplica la solución en la mancha y déjala actuar durante cinco minutos, después enjuaga con agua y frota la mancha de nuevo, esta vez con agua y jabón. Si la mancha persiste repite el proceso varias veces.