Entre cambiar la ropa de invierno por la de verano, las mudanzas, las vacaciones…es bastante posible que ahora mismo tu armario se parezca bastante más a una leonera, no sepas dónde están las cosas o ni siquiera les encuentres un hueco.
Para solucionarlo te vamos a contar unos cuantos trucos que seguro que te resultan muy útiles:
- Enrolla tus camisetas: ocuparán menos espacio y además no se arrugarán.
- Si eres de las que siempre pierde media hora cada mañana decidiendo qué ponerse una buena idea puede ser perder una tarde etiquetando la ropa y separándola según los días que la vas a utilizar. Será como utilizar un uniforme, levantarte, coger la ropa y ponértela, sencillo y rápido.
- Para tener ordenados los juegos de sábanas mételos dentro de las fundas de las almohadas, así seguro que no los mezclas.
- Una buena manera de saber las prendas que utilizas y las que no es poner todas las perchas en una dirección e ir cambiándola según vas utilizando las prendas. Las prendas que tengan las perchas con la misma posición después de un año puedes donarlas a beneficencia, porque está claro que utilizarlas no las utilizas.
- No tires las cajas de zapatos, ponles en la parte delantera una foto de los zapatos y guarda los zapatos dentro, de esta forma los encontrarás más fácilmente.
- Las bolsas de los edredones pueden ser ideales para guardar la ropa que no vayas a utilizar durante esa época del año. También son fáciles de guardar y almacenar.