Cuando los alimentos se queman en el fondo de una olla puede resultar frustrante, pero con los métodos adecuados es posible devolverle su aspecto original.
La negrura se adhiere con firmeza y aunque pasemos el lavavajillas varias veces o intentemos raspar con fuerza es difícil deshacerse de ella. Afortunadamente, existen métodos sencillos y efectivos que pueden salvar tus utensilios de cocina sin dañarlos ni grandes esfuerzos.
Te contamos paso a paso cómo limpiar ollas quemadas usando productos de limpieza habituales, técnicas caseras y un poco de paciencia, para que puedas devolverles su brillo original y prolongar su vida útil.
1. Remoja y ablanda los residuos quemados
Antes de empezar a frotar, es importante ablandar los restos quemados. Hay que hacerlo en cuanto te das cuenta puesto que esperar sólo hará que sea más díficil de sacar.
Puedes usar un lavavajillas a mano para platos o incluso puedes usar un poco de jabón en pasta Lagarto como desengrasante.
Llena la olla con agua caliente y agrega uno de estos productos y deja reposar durante media hora.
Si está muy pegado y persiste puedes usar otro truco que es hervir agua en la propia olla para ablandar y favorecer que suelte esa suciedad. Con 10 minutos será suficiente, y no pierdas de vista el fuego, ya sabes que es muy fácil despistarse y que una cacerola quede quemada.
2. Utiliza bicarbonato de sodio y vinagre blanco de limpieza
El bicarbonato de sodio es un excelente aliado para limpiar ollas y cacerolas quemadas gracias a su capacidad abrasiva suave.
Echa una buena cantidad sobre las áreas afectadas y luego agrega un poco de vinagre blanco. Deja que la mezcla efervescente actúe durante 10-15 minutos, aunque no son productos peligrosos sí son reacciones químicas y recomendamos siempre estar protegido y en un espacio aireado.
Después puedes usar una esponja o estropajo para terminar de quitar los restos. Este método es ideal porque no daña el acabado de las ollas de acero inoxidable ni de otros materiales ya que no son abrasivas.
3. El poder del ácido cítrico o limón
Si el bicarbonato y el vinagre no son suficientes, prueba con ácido cítrico.
Llena tu olla quemada con agua caliente y agrega el jugo de un limón.
Este compuesto es eficaz porque descompone las sales minerales y los residuos orgánicos, facilitando así la eliminación de las manchas quemadas.
Ahora deja actuar durante 30 minutos antes de intentar limpiar de nuevo con tu lavavajillas a mano habitual. También puedes meterlo en el lavavajillas, comprueba que tu olla o cacerola es apta para meter en el lavavajillas, algunas marcas no recomiendan hacerlo si tienen antiadherencia.
Una vez que hayas eliminado los restos quemados, enjuaga bien la olla con agua tibia para asegurarte de que no quedan residuos de productos de limpieza.
Sécala con un paño limpio y suave para evitar manchas de agua.