El limón es una de las frutas que más posibilidades tienen y que más desaprovechadas están en nuestros frigoríficos al mismo tiempo. Utilizado normalmente para condimentar platos o hacer limonada, lo cierto es que esta fruta tiene infinitas posibilidades en nuestro hogar:
- Evita los malos olores del frigorífico con limón y bicarbonato.
- Acaba con el olor a humedad de la ropa mezclando bicarbonato, vinagre y zumo de limón.
- Después de cocinar pescado la mejor manera de librarte del olor es frotándote las manos con limón.
- Elimina los olores de la tabla de cortar frotando un limón sobre su superficie.
- Útil para el mantenimiento de cocinas, baños y suelos mezclándolo con alcohol, medio limón y agua tibia.
- Para eliminar la cal del lavabo cortamos un limón por la mitad y lo extendemos por el lavabo, dejándolo reposar unos segundos.
- Echando unas gotas de limón a nuestros líquido de lavavajillas la grasa se eliminará más fácilmente.
- Para limpiar ventajas y espejos: los cristales quedarán como nuevos si los limpiamos con una mezcla de limón y agua y los secamos con papel e periódico.
- Resulta útil también en la higiene personal, por ejemplo para eliminar los residuos de jabón en el pelo y dejarlo más suave y brillante.
- Para aclarar el pelo de forma natural sólo tenemos que añadir al agua el zumo de un limón.
- Los pies cansados también pueden sacarle partido al limón. Ponemos en un recipiente ancho un limón partido en medio litro de agua y frotamos en él pies y tobillos. Debemos dejar reposar los pies en esta solución durante al menos diez minutos.
- Contra las manchas de nicotina: si tus uñas, labios o dientes están manchados de nicotina para eliminarla simplemente tendrás que frotar bien esa zona con un algodón impregnado en zumo de limón.
- Evita la oxidación de frutas y verduras rociándolas con un poco de limón.
- Disminuye las manchas de la piel, tan sólo hay que poner en ellas durante quince minutos zumo de limón.
- Las manchas en ropa blanca se pueden eliminar frotando un limón en la zona afectada y dejándolo reposar toda la noche.
- Para potenciar la blancura de las prendas añade en la lavadora una taza de zumo de limón en lugar de lejía o blanqueador. Seca la ropa al sol.